Estimado consumidor, la etiqueta de ese pantalon que acaba de comprar no dice toda la verdad, ni siquiera se acerca a ella ; estimada consumidora , por mucho que lea la composicion de ese bote de alcachofas, jamas va a comprender el papel que juegan esos colorantes , ni siquiera la trazabilidad le va a indicar donde fueron plantadas.
Lobo, en su ultimo post, desenmascara una de las ultimas marcas que ultimamente parecen envolver a todo lo que antes definiamos como “derecha” , y que tras un brillante ejercicio de travestismo social y politico, hoy no se atreve a autodenominarse asi:
“Entonces llegó el tío Federico con una idea genial. Como en España 40 años con el Generalísimo dejaron tan mala prensa al concepto “derecha”, ¿por qué buscar una nueva manera de llamar a la derecha? Una etiqueta con connotaciones positivas. Algo a lo que cualquiera de entrada le costara rechazar. ¿Cómo estar en contra de la libertad invidivual? Ahí lo tenemos. Libertad, liberal, liberalismo. Una maniobra de marketing político genial.
Ahora, tiempo después, tenemos en la blogosfera española nacionalistas españoles centralistas xenófobos, minianarquistas, conservadores católicos de lo más rancio, defensores del oligopolio de turno (¡viva la empresa privada! ¡que se jodan los consumidores!), anarcocapitalistas, defensores del estado limitado, nostálgicos de la mano dura y los correajes… Todos juntos y revueltos, a veces dándose hostias y peleándose por el derecho de expedir carnets de liberal.”
Creo que nunca mejor expresado , cuando la propia ideologia se convierte en algo vergonzante y uno tiene que enmascararla tras nuevas marcas para poder “vender” mejor el producto, creo que la pregunta es , por que lo esconden? no se habra convertido el poder perdido en la unica ideologia de estos “liberales” de plantilla?
Pero la cosa no acaba ahi , la pregunta es : es posible mantener las viejas etiquetas ideologicas en la red? Cual es el papel mismo de la blogosfera?
Estamos en tiempos de cambio , en los que los viejos paradigmas no terminan de dejar de funcionar y los nuevos aun no se han consolidado .
David Ugarte , lleva tiempo clamando por una blogosfera que comparto, una que no sirva exclusivamente para replicar a los titulares diarios de los medios afines a la propia ideologia, y denostar los titulares de los otros , y hace una llamada por la independencia de temas y por la rebeldia , una sana rebeldia en la que no aceptemos automaticamente los grandes temas de la agenda mediatica lejana a nuestras vidas y que nos imponen “otros”.
Pero ese abandono de las viejas etiquetas yo no lo entiendo como una dejacion o un abandono de las ideologias, si no caeremos en la trampa que la derecha nos lleva intentando hacer caer desde la noche de los tiempos y cuyos ultimos cantos de sirena fueron expresados por Fukuyama y su ” El fin de la historia y el ultimo hombre” y en nuestro pais de forma mas modesta y por el tardo-franquista Gonzalo Fernandez de la Mora con su ” El crepusculo de las ideologias”.
Evidentemente ya nos sentimos comodos en esos trajes confeccionados a principios del siglo XX y remodelados tras la caida del muro de Berlin, pero …han terminado las desigualdades en nuestra sociedad? Evidentemente no, y mientras esas desigualdades subsistan , la izquierda sera necesaria .
Stralunato , abunda en el tema, haciendo una suerte de declaracion de principios , de manifiesto, que no me puedo resistir en reproducir completamente:
Lo bueno es que esta blogosfera, la que nos gusta, la que no entiende de etiquetas, sigue creciendo y llenándose de voces individuales. Un coro donde todos son solistas y sin embargo hay armonía. Y sin más partitura que un trozo de pantalla en blanco para llenarlo desde el corazón. ¡Sí, bueno, vale! Y alguna vez desde los hígados. Qué le vamos a hacer, somos humanos…
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Porque…no nos confundamos , la pluriarquia es un valor de izquierdas . Convirtamos la red en un coro de voces plurales , cada una interesada en sus propios temas y con su propio enfoque , pero , a la Sombra de la linterna de Diogenes , busquemos la verdad sin pararnos excesivamente en las etiquetas , pero sin por ello caer en las trampas que los que quieren mantener sus privilegios van a seguir poniendo a la sociedad para llevar el agua a su molino.
Por tanto, estimado consumidor/a , cuando en la etiqueta vea el termino “liberal”, desconfie y pida opinion a su farmaceutico, puede ser malo para su salud.